Cuando hablamos de cajas de cambio de doble embrague las asociamos a la vanguardia de la técnica, y pensamos en estas transmisiones como el último grito en tecnología al servicio del conductor, pero a veces, las cosas no son lo que parecen.

Si consultáis en Internet podréis verificar lo que os transmito en estas líneas, y es que las primeras patentes para este tipo de cajas de cambio se publicaron en los años 1939 y 1940 siendo sus inventores Adolphe Kégresse y Rudolf Franke. “https://es.wikipedia.org/wiki/Caja de cambios de doble embrague”

Esto no quiere decir que las actuales cajas de doble embrague como las DSG o S-tronic entre otras hayan sido inventadas en los años 40, quiere decir que ya en el año 1939 hubo un par de inventores que lograron adivinar y entender las virtudes de una transmisión de doble embrague frente al resto. Dichas virtudes fueron puestas por primera vez sobre un coche de serie por Volkswagen y con anterioridad, Porsche las llevó al mundo de las carreras con los 956 y 962.

En nuestra opinión, gracias al Grupo Volkswagen  podemos ver de manera habitual en nuestras carreteras vehículos dotados de transmisiones de doble embrague, ya que, aunque ahora mismo no son los únicos que tienen en su mix de ofertas este tipo transmisiones, si que fueron los primeros en desarrollar de forma fiable, una serie de complejos componentes hidráulicos además de la  unidad de control mecánico-electrónica conocida como Mechatronica, para conseguir llevar a la serie una idea cuyo origen data de 1939.