Ya desde nuestros comienzos siempre hemos llevado un control de las cajas de cambio reparadas y de intercambio. Este sistema de control quedaba reflejado en la factura de reparación que se lleva el cliente, y también quedaba troquelado en la caja de cambios a modo de código. Esto siempre nos ha permitido controlar y archivar toda la información de cada caja que pasa por nuestras manos, como si de un historial médico se tratase.
Hace unos meses, decidimos colocar unas placas identificativas en las cajas de cambio para que de esta manera, figurase la codificación correspondiente y también nuestro contacto. Con esta idea no sólo damos un paso más en calidad, logramos el objetivo de poder compartir con el taller que se encuentre con nuestra caja los datos sobre las actuaciones que se llevaron a cabo de una manera rápida y precisa, y también conseguimos dar un asesoramiento preciso para su correcto mantemiento.
En definitiva, una manera sencilla de acercar nuestro trabajo a tí.