Muy poco a poco, las transmisiones automáticas van ganando adeptos entre los conductores, dejando atrás los Mitos y Leyendas Urbanas que las han rodeado durante las últimas décadas.

¿Cuántas veces hemos estado de cháchara con nuestros amigos y alguno ha sacado el más que rodado tema de que los coches automáticos son para los automovilistas que no saben conducir? Y es que, si hacemos memoria, hace unos pocos años ¿Quién conducía vehículos con transmisión automática? Pués casi nadie, y los que lo hacían eran personas que en la mayoría de los casos habían pasado los cuarenta y podían permitirse adquirir la típica berlina de lujo con caja de cambios automática. Esto es lo que nos ha hecho crecer con la sensación de que el poseer un coche con transmisión automática elminaba cualquier tipo de sensación racing de nuestra conducción.

Otro tema que arrastramos del pasado es una afirmación que podrá hacerte cuaquier conductor de que, las transmisiones automáticas se rompen todas y prepárate, porque igual tienes que vender tú casa para pagar la reparación. Nada más lejos de la realidad.

Ni las cajas de cambios automáticas son incapaces de hacernos sentir mejores sensaciones que las manuales tradicionales, y tampoco es cierto que todas rompan. Hoy en día los fabricantes ponen a nuestra disposición un amplio abanico donde elegir la transmisión que más se adapte a nuestro estilo de conducción. Por romper estereotipos, las últimas transmisiones de doble embrague permiten al conductor decidir cuando subir o bajar marchas, y lo pueden hacer desde las levas instaladas en el volante o desde la propia palanca de cambios empujándola hacia atrás o adelante según modelo. Además, estas cajas, debido al sistema de doble embrague permiten una velocidad de inserción de la marcha de unas pocas décimas de segundo, convirtiéndonos en pilotos experimentados, ya que seremos capaces de cambiar la velocidad muchísimo más rápido que el mejor de los pilotos con la típica transmisión manual, y todo sin pisar el embrague.

Además de estas transmisiones de doble embrague, tenemos las robotizadas de última generación. Os voy a contar la curiosa experiencia de un cliente que nos llamó para decirnos que su Audi A6 con transmisión de 8 velocidaddes funcionaba mal, ya que él siempre había tenido coches automáticos y este no funcionaba como debería. Se personó en nuestras instalaciones para probarlo y al finalizar la misma nuestra conclusión fue que la transmisión funcionaba correctamnte. ¿Dónde estaba el problema?¿Qué hacía pensar a nuestro cliente que su caja de cambios tenía un funcionamiento incorrecto? Volviendo al tema de este artículo, nuestro cliente tenía a sus espaldas la “Herencia del Pasado” o, convicción, de que las cajas de cambios automáticas eran lentas al cambiar de marcha, y cuando lo hacían se notaba este cambio. Al adquirir este vehículo y encontrarse con una transmisión robotizadada que hace los cambios rápidos, suaves y sin transmitir oscilación ni insinuación alguna al conductor, llegó a pensar que algo raro pasaba con su caja de cambios, ya que no funcionaba como él entendía debía hacerlo. Una vez aclarado esto nuestro cliente se fue feliz con su vehículo.

El caso verídico que os he comentado me ha traído a la cabeza otro tema que suelen usar mucho los detractores de las transmisiones automáticas, y es que estas provocan que nuestro vehículos consuman más. La realidad es que si confiamos en la gestión electrónica de las transmisiones de última generación podremos obtener cifras de consumo que dificilmente se consiguen con el manejo de una manual, ya que en algunos casos incluso se dispone de diferentes modos de gestión de la transmisión incluyendo el económico.

Otro tema que merece mención, es quitar de la mente del usuario que las transmisiones automáticas rompen todas, o al menos con cierta facilidad. Las cajas de cambio pueden romper todas, las automáticas tradicionales, las automáticas de útlima generación, y si, también las manuales rompen. El único que tiene la llave para evitar cierto tipo de averías es el usuario, y lo digo porque todas, TODAS están sujetas a revisión. Debemos por tanto cumplir con los periodos de revisión que marcan los fabricantes de nuestras cajas de cambio, y que pueden oscilar entre los 60.000km y los 120.000km en función del modelo. Si por ejemplo sois propietarios de un vehículo cuya marca no es la constructora o fabricante de la transmisión automática o manual que lleváis instalada, preguntad a cualquier profesional por el modelo de esa caja, y a partir de ahí podréis consultar en su propia web acerca de cómo mantenerla por más tiempo y en las mejores condiciones; ¿ O es que acaso no hacéis mantenimiento al motor de vuestro automóvil?

Para poner fin a esta entrada quiero daros las gracias a tod@s por el interés en las transmisiones automáticas, y recordaros que lo más barato es simpre empezar preguntando al que sabe.